Mafalda “no ha envejecido ni un poco”, todavía tiene cosas relevantes que decir sobre nuestro mundo.

Desde sus inicios, en 1964, Quino le hizo hacer comentarios de impresionante modernidad. Esta pequeña, sin edad definida, tiene una visión muy crítica del mundo que la rodea. Quiere convertirse en funcionaria de la ONU para cambiar las cosas. Habla de la pobreza, la injusticia, el feminismo o la dictadura que impera en su país... temas que todavía hoy tienen sentido.

¿Es ella ciudadana del mundo?

Sí. Un mundo que descifra desde la perspectiva de una niña, lo que hace que sus palabras sean conmovedoras.

¿Cómo es que ella también es argentina?

“Es argentina porque Quino, su creador, era argentino. Utilizó a Mafalda para enviar mensajes en una época en la que la vida allí era muy difícil. Por tanto, tuvo que crear personajes para presentar un punto de vista político. Dicho esto, Mafalda sin duda podría haber hecho comentarios similares en otros países. ¡Ahora está publicado en más de veinte idiomas!

Con sus amigos Manolito, Felipe o Susanita, descubrimos todo un arco de sensibilidades...

Es cierto, porque Mafalda es una historieta activista. Manolito, por ejemplo, representa el capitalismo. Susanita me hace mucha gracia: le gustaría ser una mujer independiente, pero ya está sujeta a las reglas de su futuro marido. Muy discreto, Quino afirmó sin embargo sus posiciones políticas.